CHARLA Cuando la palabra se encuentra: voces, memoria y escritura en la Plaza Mayor, por Carlos Álvarez y Nadia Contreras


Como parte de la cartelera cultural Villamagia, organizada por el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, a través de la Coordinación de Literatura, se llevó a cabo la actividad "Voces, memoria y escritura", un encuentro cercano con la palabra, la experiencia y la vida creativa.

El diálogo contó con la participación de Rosa María Hernández Ochoa, Ena Galíndez y Sergio Rojas, y fue moderado por la escritora Nadia Contreras, en un ambiente abierto y cálido, en la Plaza Mayor de Torreón, Coahuila.


Durante la conversación, Rosa María Hernández Ochoa habló de su vínculo temprano con la literatura, marcado por el entorno familiar y, de manera decisiva, por la presencia de su tía, la poeta Enriqueta Ochoa. Recordó la importancia de los libros en su infancia y cómo la poesía se convirtió en un eje vital de su existencia, aun cuando su formación profesional pertenece al ámbito científico, como química farmacobióloga. Señaló que, aunque nunca imaginó dedicarse a la escritura, la poesía siempre ejerció sobre ella una fuerza profunda y persistente.

Por su parte, Ena Galíndez compartió que su acercamiento a la escritura estuvo fuertemente determinado por su entorno social y urbano, así como por su amor a la región lagunera. Explicó que su decisión de escribir para niñas y niños surgió cuando trabajaba como bibliotecaria en un colegio, al notar la escasez de poesía infantil en el país. Reconoció que su formación se consolidó en el taller literario de Saúl Rosales, donde enfrentó críticas rigurosas que la llevaron a comprender la importancia de la disciplina, la revisión constante y el aprendizaje de las reglas del oficio. Actualmente, dijo, se siente plenamente identificada con la literatura infantil, género en el que ha encontrado una voz propia.

Sergio Rojas relató que la literatura llegó a él de manera inesperada, durante la secundaria, gracias a un maestro que lo impulsó no solo a leer, sino a explorar la escritura formal. Consideró su acercamiento a la literatura como un “accidente” revelador, en el que descubrió una necesidad interna de contar y decir. Subrayó la importancia de tomarse la escritura en serio, de trabajar los textos y someterlos a la crítica como parte esencial del proceso creativo.

Uno de los ejes del diálogo fue la relación entre la vida cotidiana y la escritura. Ena Galíndez explicó que su obra surge de la observación atenta de los niños, de sus palabras y comportamientos, así como de recuerdos de su propia infancia, que hoy mezcla con experiencias ajenas para construir historias más sólidas. Coincidió en que incluso la literatura fantástica o de ciencia ficción necesita coherencia emocional y humana para conectar con el lector.

Al abordar la formación del escritor, Rosa María Hernández Ochoa afirmó que escribir es resultado de una combinación entre una inclinación natural hacia las letras y el estudio constante. Destacó la importancia de la lectura desde la infancia, el hábito del diario personal y la influencia decisiva de figuras cercanas como Enriqueta Ochoa, quien le mostró un universo simbólico y literario que marcó su sensibilidad.

En cuanto al momento de publicar, Sergio Rojas subrayó el valor del taller literario y de la crítica, recordando la idea de que la creación es, en gran medida, trabajo constante: revisar, corregir y volver a trabajar los textos. Señaló que ningún texto es perfecto y que la retroalimentación es indispensable para crecer como escritor.

Ena Galíndez agregó que, al escribir para niños, se enfrentó a la dificultad de recibir críticas de personas no familiarizadas con la literatura infantil, por lo que destacó la importancia de buscar lectores y críticos afines al género. Comentó que su proceso incluye una lectura amplia de autores infantiles de distintas épocas y lugares, así como el estudio de las reglas de la poesía rimada, sin dejar de explorar la poesía libre.

En una pregunta breve sobre autores decisivos en su camino literario, los participantes mencionaron a Jaime Sabines, Francisco Hinojosa y Enriqueta Ochoa.

El encuentro también abordó la Navidad desde una mirada literaria. Para Rosa María Hernández Ochoa, esta época combina nostalgia y alegría, recuerdos familiares y reflexión, sin que la escritura se detenga cuando un proyecto creativo está en marcha. Sergio Rojas confesó que le resulta difícil escribir sobre la Navidad, pues prefiere vivirla desde el presente, sin dejarse arrastrar por la nostalgia. Ena Galíndez, en cambio, compartió que actualmente concluyó una novela infantil navideña, inspirada en recuerdos personales y familiares, y en la energía emocional que esta temporada despierta en las infancias.

En la parte final del evento, los autores realizaron lecturas de su obra. Sergio Rojas compartió poemas de su libro Habitación del pánico, una obra de poesía contemporánea y existencialista surgida durante la pandemia, donde reflexiona sobre la ansiedad, el encierro y la mente como el espacio más vulnerable. Ena Galíndez leyó fragmentos de Lluvia Lagunera, un libro de poemas infantiles dedicados a la región, así como textos que celebran la identidad local. Rosa María Hernández Ochoa presentó algunos poemas de su libro Hilvanar el agua y compartió fragmentos de su obra, entre ellos un texto que recupera la memoria familiar y la figura de Enriqueta Ochoa, en una combinación de historia, literatura y emoción.

Para cerrar, los participantes ofrecieron recomendaciones a quienes desean iniciarse en la escritura. Ena Galíndez habló del valor de atreverse y de aceptar la crítica; Sergio Rojas advirtió sobre la prisa por publicar y la falsa idea de perfección; y Rosa María Hernández Ochoa destacó la lectura de calidad, la paciencia, el reposo de los textos y la humildad para recibir observaciones, afirmando que escribir es un acto de valentía que, ante todo, nos vuelve más humanos.

La actividad concluyó con un agradecimiento a los participantes y al público asistente, reafirmando el compromiso del Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón y la Coordinación de Literatura por seguir generando espacios de encuentro en torno a la palabra, la lectura y la creación literaria.


Las imágenes son cortesía de Manolo de la Tijera Hernández.

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