RESEÑA Homenaje a Alfonsina Storni: voz, verso y libertad, por Nadia Contreras

 
En el marco del aniversario luctuoso de Alfonsina Storni, el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón (IMCE) y la Coordinación de Literatura realizaron una charla-homenaje dedicada a una de las voces más potentes del modernismo latinoamericano.

El encuentro, transmitido en línea el 27 de octubre de 2025 a las 12 del día, pudo seguirse a través de la fan page del IMCE bajo el título “Voz, verso y libertad”. Reunió a las escritoras Alba Medina, Alexandra Moreno, Dulce de la Torre, Mary Carmen G. Gerardo, bajo la moderación de Nadia Contreras, quienes compartieron lecturas, reflexiones y emociones en torno a la vida y obra de la poeta argentina.

 
La actividad se abrió con un recordatorio de la importancia de mantener viva la voz de Storni: una mujer que se atrevió a nombrar su deseo, su rabia, su ternura y su libertad, que escribió desde la herida y la conciencia de su propia diferencia. La charla fluyó entre anécdotas personales, evocaciones lectoras y la afirmación de que la poesía sigue siendo un espacio de emancipación de la palabra femenina.
 
Alba Medina, periodista, editora y escritora, recordó su primer encuentro con Alfonsina a través de la música: “Mi mamá era muy aficionada a la trova latinoamericana y crecí escuchando a Mercedes Sosa. Cuando oía ‘Alfonsina y el mar’ de niña, me parecía una canción muy bonita, hablaba de peces, corales, sirenas... pero no entendía lo que realmente contaba. Mi madre me explicó el simbolismo, y con los años comprendí que Alfonsina hablaba del dolor, de la diferencia, de la depresión y de la necesidad de romper con el rebaño. Ahí me identifiqué profundamente con ella”.
 
Por su parte, Dulce de la Torre, docente y promotora de lectura, evocó su acercamiento adolescente a la autora: “Conocí a Alfonsina en la secundaria, junto a otras poetas sudamericanas. Lo que más me llamó la atención fue su relación con el mar. El mar me parece algo mágico: a veces está en calma y otras veces embravecido. Así percibo también la voz de Alfonsina, entre la serenidad y la tormenta”.
 
Alexandra Moreno habló de la importancia de leer a Storni desde la formación y acompañamiento de nuevas generaciones de mujeres escritoras, mientras que Mary Carmen G. Gerardo reflexionó sobre la permanencia de su legado en las luchas actuales por la autonomía creativa y emocional de las mujeres.
 
Cada participante compartió no solo su vínculo con la poeta argentina, sino también una parte de sí misma: su historia con la escritura, sus heridas y sus maneras de convertir el dolor en palabra.
 
Mary Carmen, poeta con tres libros publicados, relató su descubrimiento adolescente: “Yo leo a Alfonsina Storni desde la cuestión del desamor. Me encontré con ella en la secundaria, después de una decepción amorosa, y la abracé. Me asombró su capacidad para decir cosas tan intensas, incluso sexuales, amorosas. Era capaz de nombrar lo que otras poetas no decían: el cuerpo, el deseo, lo que el cuerpo necesitaba. Desde entonces la abrazo intensamente, y hasta la fecha me sigue gustando”.
 
A su vez, Alexandra Moreno, narradora y escritora, trazó un puente con su propia experiencia creativa: “Mi vínculo con Alfonsina es la capacidad de transformar el dolor en palabra, de tomar la depresión y convertirla en algo estéticamente hermoso. En su tiempo se enseñaba a las mujeres a callar, a sonreír siempre, y ella rompió con todo eso. Yo también escribo así: cuando algo me duele, lo digo, ya sea en verso, en llanto o en cualquier forma posible”.
 
Las participantes aprovecharon la charla para hablar también de sus proyectos y actividades actuales. Dulce habló de su trabajo docente y de su página “Asesorías y más”; Alexandra invitó a seguir sus contenidos literarios en redes sociales; Mary Carmen mencionó su proyecto “Leer autoras”, un espacio de difusión del trabajo femenino; y Alba Medina destacó su colaboración en Opinión 51, un sitio de periodismo escrito por mujeres.
 
La segunda parte del encuentro se centró en dos preguntas fundamentales: ¿qué aspectos de la vida personal de Alfonsina influyeron en su voz poética?, y ¿qué conmueve más de su historia?
 
Dulce de la Torre abrió el diálogo reflexionando sobre la fuerza nacida de la adversidad: “Alfonsina tuvo una infancia difícil, una vida marcada por la lucha y la soledad. Pero todo eso la convirtió en una mujer fuerte, en una escritora que no tuvo miedo de decir lo que sentía. Lo que más me conmueve de ella es cómo transformó su dolor en belleza”.
 
Alba Medina abordó la historia desde la dimensión social y emocional: “El dolor de Alfonsina tiene raíces en la infancia y en el padre ausente, alcohólico, deprimido. Pero también está la herida de la migración. Ella llegó a Argentina hablando italiano; desde el idioma ya era distinta. Y luego la herida de criar sola a su hijo. Hoy lo llamaríamos maternidad autónoma. En aquel tiempo se juzgaba duramente. Me conmueve cómo aceptó esa vida sin victimizarse, cómo siguió adelante a pesar del estigma”.
 
El diálogo continuó con la lectura de poemas emblemáticos. Mary Carmen eligió La vida: “Mis nervios están locos, en las venas / la sangre hierve, líquido de fuego / salta a mis labios donde finge luego / la alegría de todas las verbenas”. Y comentó: “No creo que Alfonsina se haya creído feminista por el tiempo que le tocó vivir. Sin embargo, lo fue. A ella le decían ‘la maestra que escribe versitos’. Pero siguió adelante, rompió el molde del poema rimado y dejó una huella sin siquiera tener ese plan. Por eso sigue viva, por eso se siente tan fresca”.
 
Desde su experiencia como docente, agregó: “Yo también fui maestra muchos años, y a veces había cierto desdén. ‘Ah, sí, la que escribe’, decían. Sin paga, sin reconocimiento. A ella le pasó lo mismo, pero no se detuvo”.
 
Dulce retomó “Tú me quieres alba, / me quieres de espumas, / me quieres de nácar. / Que sea azucena / sobre todas, casta. / De perfume tenue. / Corola cerrada…” para hablar sobre los estereotipos que aún persisten: “Ella luchaba contra los estereotipos de género que siempre han existido. A veces son cositas simples, como el color rosa. Hoy trabajo con niños y aún escucho frases como ‘eso es de niñas’. Pero eso ya está cambiando. En su época no existía esa libertad”.
 
Alba eligió un poema breve pero estremecedor: “Señor, el hijo mío que no nazca mujer”. Y reflexionó: “No le pide que nazca sano, sino que no nazca mujer. Ya sabía lo que le iba a tocar. Era una condena ser mujer, y a veces todavía lo es. Lo seguimos viviendo: la doble o triple jornada, la exigencia constante. Esa tristeza es una constante en la historia y en las letras”.
 
Alexandra cerró esta ronda hablando de resistencia emocional: “Alfonsina rompió esquemas desde su vida misma. Criar sola a su hijo ya era un acto de rebeldía. Se rebeló ante la hipocresía social que exigía pureza y docilidad a las mujeres mientras los hombres eran libres de todo juicio. Ella resistía desde su voz, con sutileza, sin panfletos. Su rebeldía era traviesa, casi tierna. Y se permitió llorar en un mundo que le exigía sonreír. Eso la hacía más humana, más poeta”.
 
En el tono de esta reflexión, el panel llegó a su cierre con una reflexión luminosa sobre su vigencia.
 
Alba señaló: “Hoy su obra ha trascendido el papel. Hay películas, obras de teatro, canciones, incluso TikToks inspirados en su poesía. Ya no pertenece solo a los libros: está viva en muchas expresiones artísticas”. Alexandra añadió: “Leerla hoy nos recuerda que sentir profundamente también es resistir. Ella no hablaba de rendirse, sino del cansancio de luchar. Su depresión fue la expresión máxima de sentir demasiado. Y eso no la hace débil: la hace digna”. Dulce subrayó su valentía frente a la enfermedad: “Ella luchó, se sometió a una operación, no se rindió a la primera. Eran otros tiempos, sin los avances médicos de hoy. Pero su fuerza también está ahí: en la manera en que enfrentó el dolor y la despedida”. Y Mary Carmen cerró con una afirmación que resumió el espíritu del homenaje: “En el siglo XXI seguimos leyendo a Alfonsina porque las feministas la tomaron como estandarte. Está en los programas de estudio, en los clubes de lectura. Cuando alguien pasa por una decepción o una depresión, encuentra consuelo en su voz. Alfonsina exteriorizó su dolor y su deseo, y eso la mantiene viva”.
 
La charla concluyó con las palabras de Nadia Contreras, coordinadora de Literatura del IMCE, quien destacó la riqueza del diálogo y la vigencia del legado de la poeta argentina: “De esta manera hemos recorrido, de forma maravillosa, la vida y la obra de Alfonsina Storni desde distintas miradas: la histórica, la social, la literaria y la íntima. Conversamos sobre su valentía para cuestionar lo establecido, sobre el eco que sigue teniendo su palabra en la lucha por la libertad de las mujeres y sobre la fuerza de sus versos, que siguen iluminando nuestra sensibilidad”, expresó.
 
Contreras resumió el espíritu del encuentro con una frase que resonó entre todas:
“Alfonsina jamás pidió permiso para ser libre.” Y añadió: “Se atrevió a decir lo que otras callaban, a sentir lo que otras ocultaban, a habitar su deseo sin disculparse. Esa libertad hoy nos salva. Nos salva cuando leemos a una poeta que se nombra sin miedo, cuando encontramos en ella un espejo que nos reclama autenticidad y coraje”.
 
El homenaje cerró con un agradecimiento a las participantes —Alba Medina, Dulce de la Torre, Alexandra Moreno y Mary Carmen G. Gerardo— y a quienes siguieron la transmisión en línea. Contreras invitó a continuar atentos a las próximas actividades culturales del Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, recordando que “la poesía y la literatura son espacios que nos siguen reuniendo y encendiendo”.

La transmisión se puede ver en YouTube:


***  

¡Agradezco sus aportaciones en la sección de comentarios! Ten paciencia, los comentarios en esta página se moderan. Te invito también a formar parte del grupo #EscribirPoesía en Facebook. Ya somos más de 2, 000 miembros. 

Publicar un comentario

0 Comentarios