RESEÑA Homenaje a Alfonsina Storni: voz, verso y libertad, por Nadia Contreras
octubre 30, 2025
En el marco del aniversario
luctuoso de Alfonsina Storni, el Instituto Municipal de Cultura y Educación de
Torreón (IMCE) y la Coordinación de Literatura realizaron una charla-homenaje
dedicada a una de las voces más potentes del modernismo latinoamericano.
El encuentro, transmitido en línea el 27 de octubre de 2025 a las 12 del día,
pudo seguirse a través de la fan page del IMCE bajo el título “Voz, verso y
libertad”. Reunió a las escritoras Alba Medina, Alexandra Moreno, Dulce de
la Torre, Mary Carmen G. Gerardo, bajo la moderación de Nadia Contreras,
quienes compartieron lecturas, reflexiones y emociones en torno a la vida y
obra de la poeta argentina.
La actividad se abrió con un
recordatorio de la importancia de mantener viva la voz de Storni: una mujer que
se atrevió a nombrar su deseo, su rabia, su ternura y su libertad, que escribió
desde la herida y la conciencia de su propia diferencia. La charla fluyó entre
anécdotas personales, evocaciones lectoras y la afirmación de que la poesía
sigue siendo un espacio de emancipación de la palabra femenina. Alba Medina, periodista, editora
y escritora, recordó su primer encuentro con Alfonsina a través de la música: “Mi
mamá era muy aficionada a la trova latinoamericana y crecí escuchando a
Mercedes Sosa. Cuando oía ‘Alfonsina y el mar’ de niña, me parecía una canción
muy bonita, hablaba de peces, corales, sirenas... pero no entendía lo que
realmente contaba. Mi madre me explicó el simbolismo, y con los años comprendí
que Alfonsina hablaba del dolor, de la diferencia, de la depresión y de la
necesidad de romper con el rebaño. Ahí me identifiqué profundamente con ella”. Por su parte, Dulce de la Torre,
docente y promotora de lectura, evocó su acercamiento adolescente a la autora: “Conocí
a Alfonsina en la secundaria, junto a otras poetas sudamericanas. Lo que más me
llamó la atención fue su relación con el mar. El mar me parece algo mágico: a
veces está en calma y otras veces embravecido. Así percibo también la voz de
Alfonsina, entre la serenidad y la tormenta”. Alexandra Moreno habló de la
importancia de leer a Storni desde la formación y acompañamiento de nuevas
generaciones de mujeres escritoras, mientras que Mary Carmen G. Gerardo
reflexionó sobre la permanencia de su legado en las luchas actuales por la
autonomía creativa y emocional de las mujeres. Cada participante compartió no
solo su vínculo con la poeta argentina, sino también una parte de sí misma: su
historia con la escritura, sus heridas y sus maneras de convertir el dolor en
palabra. Mary Carmen, poeta con tres
libros publicados, relató su descubrimiento adolescente: “Yo leo a Alfonsina
Storni desde la cuestión del desamor. Me encontré con ella en la secundaria,
después de una decepción amorosa, y la abracé. Me asombró su capacidad para
decir cosas tan intensas, incluso sexuales, amorosas. Era capaz de nombrar lo
que otras poetas no decían: el cuerpo, el deseo, lo que el cuerpo necesitaba.
Desde entonces la abrazo intensamente, y hasta la fecha me sigue gustando”. A su vez, Alexandra Moreno,
narradora y escritora, trazó un puente con su propia experiencia creativa: “Mi
vínculo con Alfonsina es la capacidad de transformar el dolor en palabra, de
tomar la depresión y convertirla en algo estéticamente hermoso. En su tiempo se
enseñaba a las mujeres a callar, a sonreír siempre, y ella rompió con todo eso.
Yo también escribo así: cuando algo me duele, lo digo, ya sea en verso, en
llanto o en cualquier forma posible”. Las participantes aprovecharon la
charla para hablar también de sus proyectos y actividades actuales. Dulce habló
de su trabajo docente y de su página “Asesorías y más”; Alexandra invitó a
seguir sus contenidos literarios en redes sociales; Mary Carmen mencionó su
proyecto “Leer autoras”, un espacio de difusión del trabajo femenino; y Alba
Medina destacó su colaboración en Opinión 51, un sitio de periodismo
escrito por mujeres. La segunda parte del encuentro se
centró en dos preguntas fundamentales: ¿qué aspectos de la vida personal de
Alfonsina influyeron en su voz poética?, y ¿qué conmueve más de su historia? Dulce de la Torre abrió el
diálogo reflexionando sobre la fuerza nacida de la adversidad: “Alfonsina tuvo
una infancia difícil, una vida marcada por la lucha y la soledad. Pero todo eso
la convirtió en una mujer fuerte, en una escritora que no tuvo miedo de decir
lo que sentía. Lo que más me conmueve de ella es cómo transformó su dolor en
belleza”. Alba Medina abordó la historia
desde la dimensión social y emocional: “El dolor de Alfonsina tiene raíces en
la infancia y en el padre ausente, alcohólico, deprimido. Pero también está la
herida de la migración. Ella llegó a Argentina hablando italiano; desde el
idioma ya era distinta. Y luego la herida de criar sola a su hijo. Hoy lo
llamaríamos maternidad autónoma. En aquel tiempo se juzgaba duramente. Me
conmueve cómo aceptó esa vida sin victimizarse, cómo siguió adelante a pesar
del estigma”. El diálogo continuó con la
lectura de poemas emblemáticos. Mary Carmen eligió La vida: “Mis nervios están
locos, en las venas / la sangre hierve, líquido de fuego / salta a mis labios
donde finge luego / la alegría de todas las verbenas”. Y comentó: “No creo que
Alfonsina se haya creído feminista por el tiempo que le tocó vivir. Sin
embargo, lo fue. A ella le decían ‘la maestra que escribe versitos’. Pero
siguió adelante, rompió el molde del poema rimado y dejó una huella sin
siquiera tener ese plan. Por eso sigue viva, por eso se siente tan fresca”. Desde su experiencia como
docente, agregó: “Yo también fui maestra muchos años, y a veces había cierto
desdén. ‘Ah, sí, la que escribe’, decían. Sin paga, sin reconocimiento. A ella
le pasó lo mismo, pero no se detuvo”. Dulce retomó “Tú me quieres alba,
/ me quieres de espumas, / me quieres de nácar. / Que sea azucena / sobre
todas, casta. / De perfume tenue. / Corola cerrada…” para hablar sobre los
estereotipos que aún persisten: “Ella luchaba contra los estereotipos de género
que siempre han existido. A veces son cositas simples, como el color rosa. Hoy
trabajo con niños y aún escucho frases como ‘eso es de niñas’. Pero eso ya está
cambiando. En su época no existía esa libertad”. Alba eligió un poema breve pero
estremecedor: “Señor, el hijo mío que no nazca mujer”. Y reflexionó: “No le
pide que nazca sano, sino que no nazca mujer. Ya sabía lo que le iba a tocar.
Era una condena ser mujer, y a veces todavía lo es. Lo seguimos viviendo: la
doble o triple jornada, la exigencia constante. Esa tristeza es una constante
en la historia y en las letras”. Alexandra cerró esta ronda hablando
de resistencia emocional: “Alfonsina rompió esquemas desde su vida misma. Criar
sola a su hijo ya era un acto de rebeldía. Se rebeló ante la hipocresía social
que exigía pureza y docilidad a las mujeres mientras los hombres eran libres de
todo juicio. Ella resistía desde su voz, con sutileza, sin panfletos. Su
rebeldía era traviesa, casi tierna. Y se permitió llorar en un mundo que le
exigía sonreír. Eso la hacía más humana, más poeta”. En el tono de esta reflexión, el
panel llegó a su cierre con una reflexión luminosa sobre su vigencia. Alba señaló: “Hoy su obra ha
trascendido el papel. Hay películas, obras de teatro, canciones, incluso
TikToks inspirados en su poesía. Ya no pertenece solo a los libros: está viva
en muchas expresiones artísticas”. Alexandra añadió: “Leerla hoy nos recuerda
que sentir profundamente también es resistir. Ella no hablaba de rendirse, sino
del cansancio de luchar. Su depresión fue la expresión máxima de sentir
demasiado. Y eso no la hace débil: la hace digna”. Dulce subrayó su valentía
frente a la enfermedad: “Ella luchó, se sometió a una operación, no se rindió a
la primera. Eran otros tiempos, sin los avances médicos de hoy. Pero su fuerza
también está ahí: en la manera en que enfrentó el dolor y la despedida”. Y Mary
Carmen cerró con una afirmación que resumió el espíritu del homenaje: “En el
siglo XXI seguimos leyendo a Alfonsina porque las feministas la tomaron como
estandarte. Está en los programas de estudio, en los clubes de lectura. Cuando
alguien pasa por una decepción o una depresión, encuentra consuelo en su voz.
Alfonsina exteriorizó su dolor y su deseo, y eso la mantiene viva”. La charla concluyó con las
palabras de Nadia Contreras, coordinadora de Literatura del IMCE, quien destacó
la riqueza del diálogo y la vigencia del legado de la poeta argentina: “De esta
manera hemos recorrido, de forma maravillosa, la vida y la obra de Alfonsina
Storni desde distintas miradas: la histórica, la social, la literaria y la
íntima. Conversamos sobre su valentía para cuestionar lo establecido, sobre el
eco que sigue teniendo su palabra en la lucha por la libertad de las mujeres y
sobre la fuerza de sus versos, que siguen iluminando nuestra sensibilidad”,
expresó. Contreras resumió el espíritu del
encuentro con una frase que resonó entre todas: “Alfonsina jamás pidió permiso
para ser libre.” Y añadió: “Se atrevió a decir lo que otras callaban, a sentir
lo que otras ocultaban, a habitar su deseo sin disculparse. Esa libertad hoy
nos salva. Nos salva cuando leemos a una poeta que se nombra sin miedo, cuando
encontramos en ella un espejo que nos reclama autenticidad y coraje”. El homenaje cerró con un
agradecimiento a las participantes —Alba Medina, Dulce de la Torre, Alexandra
Moreno y Mary Carmen G. Gerardo— y a quienes siguieron la transmisión en línea.
Contreras invitó a continuar atentos a las próximas actividades culturales del
Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, recordando que “la
poesía y la literatura son espacios que nos siguen reuniendo y encendiendo”.
La transmisión se puede ver en YouTube:
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