RESEÑA Voces que florecen en la adversidad. Un repaso a la antología Con sabor a desierto, compilación de Ángeles Cabrero González, por Nadia Contreras


La antología Con sabor a desierto es una obra que trasciende su condición de simple recopilación de textos, logrando unir en un solo volumen las voces de 22 autores, entre los que se encuentran 16 miembros del Club plumas y tolvaneras y 6 invitados del Club letras cáusticas. El título, cargado de significación, alude no sólo al árido entorno del desierto lagunero, sino también a las emociones de sus habitantes, quienes, a través de la poesía y la narrativa, exploran temas de soledad, resistencia y renovación.

Uno de los elementos más sobresalientes de la antología es precisamente esa pluralidad de estilos y enfoques, que enriquecen el conjunto y permiten que cada poema o relato ofrezca una perspectiva única. Un ejemplo de ello es “Mi danza” de Ana Rosa Carrillo Cárdenas, donde la voz lírica se enfrenta a la imposibilidad de alcanzar la libertad: “La libertad: sueño y utopía, / la quiero alcanzar con algarabía”. Estos versos plasman una lucha interna y presentan al lector un retrato de la frustración, el deseo inalcanzable. 


Mirna Soraya Salas Díaz también destaca en esta obra con su poema “Mujer Mayor”, en el que rinde homenaje a la figura femenina con ternura y reverencia: “Cabello con rayos de luna, / mirada profunda, paciente, / con voz delicada, oportuna”. La fuerza y la sabiduría de la mujer son el núcleo de estos versos, que resaltan la importancia de las relaciones humanas en medio de la adversidad. Este tipo de exaltación de figuras femeninas se repite en varios poemas de la antología, dotando a la obra de una sensibilidad especial hacia lo íntimo y familiar.
 
Por su parte, Jorge de la Montaña, en “Sencillamente como el mar”, utiliza el mar como símbolo de lo vasto y lo indomable de la existencia humana: “Mar / con tu fragancia magna / y tu llamarada eléctrica”. Esta visión del mar, tan presente en la poesía existencial, remite a autores como Pablo Neruda, donde el entorno natural actúa como reflejo de los pensamientos y emociones más profundas.
 
El paisaje desértico, tan característico de La Laguna, es un elemento recurrente en la antología, como metáfora de los estados emocionales que atraviesan los poetas. Poemas que no solo señalan la injusticia, sino que invita a una meditación más profunda sobre las barreras que construimos, tanto físicas como emocionales. El amor y el desamor, dos temas ineludibles en la literatura, también son tratados con sensibilidad en esta antología. Encontramos poemas que exploran el duelo y la fragilidad, pero también la capacidad de sanar y seguir adelante.
 
La estructura métrica de los poemas es variada, predominando el verso libre, lo que permite a los poetas una mayor libertad expresiva. El uso de recursos estilísticos como la metáfora, el símil y la personificación es abundante en toda la antología. En “El canto del colibrí” de José Gerardo Verdeja Alatorre, el colibrí se convierte en un símbolo de la fugacidad y la belleza de la vida: “Canta tu cuerpo desnudo / en el umbral de la poesía”. Aquí, el poeta utiliza la naturaleza como una extensión de la experiencia humana, reforzando el vínculo entre lo exterior y lo interior que recorre toda la obra.
 
Las antologías como Con sabor a desierto juegan un papel fundamental en la literatura, ya que ofrecen un espacio donde diferentes voces pueden coexistir y dialogar entre sí. Este tipo de obras permiten tanto a escritores emergentes como a autores consagrados compartir su visión, enriqueciendo el panorama literario. Además, proporcionan al lector una diversidad de estilos, temas y perspectivas, lo que amplía su experiencia de lectura. En este caso, esta obra es un testimonio no solo de la vitalidad poética de la región de La Laguna, sino también de la riqueza emocional y cultural que habita en sus autores. El prólogo lo dice de manera atinada: “Los unen las raíces en una tierra árida, donde el calor invade no solo el cuerpo, también enciende sus mentes, prodigando sus letras”.
 
En definitiva, Con sabor a desierto es una obra que invita a la reflexión profunda sobre la vida, la naturaleza y las relaciones humanas. A través de sus páginas, el lector puede recorrer el árido paisaje del desierto lagunero y, al mismo tiempo, explorar los paisajes emocionales de los poetas que lo habitan. La diversidad de estilos, temas y enfoques presentes en la antología demuestra que, incluso en los terrenos más inhóspitos, la creatividad florece con una intensidad única. Bien lo escribe Ángeles Cabrero González: “Que rujan las tolvaneras / que las plumas seguirán girando / en nuestro mar de desierto”.

Texto leído en la presentación de la antología este jueves 17 de octubre, a las 19:00 hrs., en el Teatro Jorge Méndez del Centro Cultural José R. Mijares. 
Una actividad del Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón. 
 
Cabrero González, Ángeles (comp.). Con sabor a desierto
Club de Poesía Plumas y Tolvaneras, 2024.

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