Las estrellas: faros ¿en la noche? que nos conducen hacia adelante


No suelo perseguir grandes sueños ni anhelar estrellas lejanas. He mencionado en varias ocasiones que mi dedicación a la escritura, los libros y la gestión cultural nació de una sugerencia externa, y luego se convirtió en una vía de escape. Fue entonces cuando la literatura me encontró. Reconozco, con humildad, su poder sanador y redentor, aspectos que siempre resalto. Nunca tuve la ambición explícita de ser escritora, aunque tal vez lo deseaba en el fondo. Lo que me sostiene es el consuelo profundo que encuentro en las palabras, como llegar a casa, un refugio seguro que todos anhelamos. Tanto escribir como leer me brindan esa sensación.

No me preocupo mucho por el futuro. Nunca imaginé que tendría el privilegio de dirigir la Coordinación de Literatura del Instituto Municipal de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Torreón. Sin embargo, tengo la suerte de hacerlo y espero dejar una huella imborrable, un legado que el tiempo se encargue de confirmar. Si vuelvo a enseñar, será a nivel universitario; no tengo intención de regresar a secundaria o preparatoria, pues la carga administrativa es abrumadora.

En otro texto mencioné que prefiero vivir "un día a la vez" y expliqué mis razones. Aunque esta actitud tiene desventajas, aligera mi existencia. No sé cuánto tiempo viviré; podría llegar a los 150 años, como deseaba Alí Chumacero, o quizás sólo me queden unos pocos meses o años. No me preocupa; lo importante es hacer de cada día algo único. De niña, soñaba con tener un poni, tal vez porque estaban de moda los ponis de juguete. Eran lindísimos. Quería uno real que me acompañara en los momentos difíciles, un confidente para mis secretos e historias. Quizás ese era mi verdadero sueño, mi estrella.

Analizar el concepto de "seguir una estrella" resulta interesante, pues va más allá de simplemente mirar el cielo nocturno. En la mitología y diversas tradiciones culturales, esta idea está arraigada en numerosos relatos y leyendas, simbolizando la búsqueda de un objetivo elevado, un propósito divino o una guía espiritual. En la tradición cristiana, los Reyes Magos siguieron la estrella de Belén para encontrar al recién nacido Jesús. Durante siglos, la Estrella Polar ha sido un referente constante para viajeros y marineros, orientándolos en la inmensidad del mar y en la noche oscura. Representa una guía segura y estable, una luz fija en el cielo que proporciona a quienes la siguen una dirección clara. En la mitología griega, los héroes seguían indicaciones celestiales en sus travesías. Las estrellas y constelaciones fungían como mapas divinos que orientaban sus aventuras, como la constelación de Orión, relacionada con el cazador Orión, a quien Zeus colocó en el firmamento.

Me centro en lo que tengo a mi alcance y no en lo que apenas vislumbro. Trabajo de manera ardua para asegurar el tipo de vida que deseo en el futuro y espero mantener este esfuerzo. Quizás, si tuviera la oportunidad de empezar de nuevo, renunciaría a las lecciones y experiencias que me han formado. En su lugar, buscaría la posibilidad de contribuir al campo de la física y la química, siguiendo los pasos de Marie Curie y siendo pionera en las investigaciones sobre la radiactividad. Por un momento, imagínenme, sentando las bases de importantes avances en medicina y tecnología al modificar la comprensión del mundo físico. Ella podría ser mi estrella.

Muchos escritores han encontrado inspiración en el vasto cielo nocturno y en las miles de millones de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, así como en las miles de millones de galaxias en el universo observable. Cada estrella que vemos en el cielo, dicen, es solo una pequeña fracción de la inmensidad del universo. Entre estos escritores se encuentran, por mencionar algunos, Emily Dickinson, Herman Melville, Jorge Luis Borges e Isaac Asimov, quienes demuestran que los astros son una fuente inagotable. En su luminosidad constante o en su ausencia, las estrellas actúan como faros que guían nuestro camino hacia adelante.

Fotografía de Pexels.

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4 Comentarios

  1. Me encanta su manera de ver las cosas,identificandome en algunos puntos, pero este tema en lo particular me llena... Seguir una estrella es para mi actualmente mirar adelante cabeza arriba y caminar ... caminar sintiendo lo que nos vaya mostrando la vida... un paso ala vez... sin mirar atras .. mirada dija en la estrella que nos brilla para no perder el objetivo.. VIVIR

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    1. Totalmente de acuerdo. Siempre adelante para vivir. Un abrazo.

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  2. Me identifico mucho contigo y tus letras. La literatura y la ciencia son mis dos grandes pasiones.
    Y ten por seguro que sí, estás dejando huella. ✨

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Recibe un abrazo fuerte de mi parte.

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