Se me ha ocurrido retomar los ejercicios de escritura que, por una razón u otra, había suspendido. En esta ocasión tengo la idea de que quincena a quincena se avance en un tema, sugiero que en esta primera trabajemos el tema: Habitaciones vacías. Yo voy poniendo autores y textos con el fin de que cuenten con un acervo y sugerencias para realizar los ejercicios.
La habitación vacía, de Juan Vicente Piqueras
Era uno de tus juegos preferidos.
¿Qué hay en una habitación vacía?,
preguntabas. Guardábamos silencio.
¿Qué hay en una habitación vacía?
Los que no conocían el juego
tal vez decían: Nada, y tú decías: No.
Nada es nada, he dicho qué.
Hasta que alguien decía, por ejemplo: Silencio.
Y tú decías: Sí.
Y otro decía: Polvo.
Y el juego comenzaba a tomar vuelo.
Unas huellas de pasos en el suelo.
Un fantasma. Un enchufe. El agujero
de un clavo. La penumbra.
El cuadrado que deja en la pared
la ausencia de un cuadro. Un hilo.
Una carta en el suelo.
La huella de una mano en la pared.
Un rayito de sol que entra por la ventana.
Una telaraña. Un trozo
de papel. Una uña. Una hormiga extraviada.
La música que llega de la calle
(¿hay música sin alguien que la escuche?).
Una mancha de humo o de humedad.
Garabatos o pájaros o nombres
o un dibujo de Laura en la pared.
Tú ibas diciendo sí o no.
Tú lo sabías. Eras el inventor del juego.
Tú ya sabías, Carlos, lo que hay
en la habitación vacía donde acabas de entrar.
Era uno de tus juegos preferidos.
-¿Qué hay en una habitación vacía?
-Un fantasma.
-Ya lo han dicho.
-Sí, pero el que yo digo es otro.
Este poema forma parte del libro del mismo título, publicado en Visor en 2022.
Ejercicios:
1. Contemplen con detenimiento su habitación. Puede ser desde el borde de la cama, o desde la silla de la mesa de noche. Cambia de lugar para que tengas diferentes perspectivas.
2. Observen con detenimiento los objetos que la integran, las lámparas, los libros, los elementos del tocador, el vestidor... ¿Hay algo en tu habitación que te recuerden a alguien? ¿Es grato o no?
3. El olor de tu habitación es tuyo o se mezcla con el de alguien más. ¿Qué te produce eso? ¿Es agradable?
4. Si tienes alguna vela aromática y la enciendes, ¿cambia tu sentimiento?
5. Escribe tus impresiones en verso o prosa poética y si gustas, reserva para un futuro libro, aunque me gustaría saber de tus adelantos. ¿Comparte tu experiencia?
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