Comenzó el año y con esto nuevos proyectos en puerta. Uno de ellos
es el de escribir poesía y como lo había anticipado, la idea en este año es
ejecutar la escritura de un libro o cuantos sean posibles. Noviembre y
diciembre serán meses determinantes para cerrar nuestras tareas.
Lo primero que debemos hacer y eso quedó en alguna entrada anterior, es
tener la idea de lo que queremos hacer. Es decir ¿de qué vamos a escribir?
Establecer el tema y delimitarlo. Implica tener en claro nuestros alcances y
nuestros límites. Entre más queramos abarcar en nuestro libro, mayor el trabajo
que se desprende de éste. Hablo de investigación, libros, la propia escritura
de los poemas y la corrección. Apuesto más por lo medido que por aquello que no
podamos contener y termine desbordándose. Tener el tema y tentativamente la
estructura del libro, les ahorrará mucho tiempo y dolores de cabeza.
Otro punto, son las páginas que tendrá nuestro libro. Los concursos de
poesía nos piden como mínimo 60 (o en algunos casos 80) pero si escribimos tal
cantidad, en la corrección, los ajustes, les aseguro quedarán 50 o menos páginas.
Lo que me funciona es apostar por un libro de mayor envergadura y que les permita
moverse en los límites requeridos de cada concurso o solicitud expresa de las
editoriales.
Tener un cronograma de trabajo y aplicarse a él, es sin igual. Organicen
y tomen de su tiempo dos horas óptimas (ojalá se pudiera más). Es decir, enfocados
directamente al trabajo. No es óptimo cuando estamos al mismo tiempo atendiendo
nuestras redes sociales o haciendo otra cosa. A veces es necesario, sí, pero
hacerlo de manera adecuada. En mi caso, tengo una computadora en un rincón de
la casa que he destinado exclusivamente para escribir. Aunque la computadora
tiene acceso a internet, por el hecho de ser antigua y tener una memoria RAM
muy limitada, me obliga a abrir las páginas justas y necesarias para el libro
en cuestión. No soporta más de tres pestañas al mismo tiempo, por lo que es una
maravilla. Si supieran cuántos trabajos salen de ella.
Hay una cosa que no he podido
abandonar y son los cuadernos. Pese a que la mayoría de las cosas las escribo
directamente en el celular, la tablet o la computadora, los cuadernos-diarios
me salvan la vida. Cuando vamos de un lado a otro de la ciudad, cuando
viajamos, en las salas de los consultorios, o en cualquier momento, tomar el cuaderno
y escribir, da muy buenos resultados. La poesía puede presentarse en el momento
inesperado, esa punzada, ese incendio, y el cuaderno, ¡qué les digo! justo para
rescatarnos.
Leer mucho. Claro. Muchísimo. Si vamos a escribir poesía entonces leer
poesía. Y dependiendo del tema que vamos a escribir explorar autores que hayan
trabajado temas similares. Experimentar formas, estructuras, técnicas. Aquí las
redes sí nos pueden ayudar porque muchos de nuestros contactos pueden
recomendarnos lecturas y, estas mismas lecturas, acortarnos el camino hacia
libros fundamentales.
Por último, tres cosas:
1) Terminar lo que empezamos. Por eso, para los últimos meses de este
año el libro deberá estar terminado. No sé si pueda realizar un taller virtual
para comentar lo escrito pero veré la manera apoyarlos.
2) Participar, proponer, estar vigente en grupos, colectivos,
comunidades de escritores también es importante. Diría que publicar algunos de
los poemas del libro que están escribiendo pero eso es prematuro y además, si
la idea de ustedes es concursar más adelante, la mayoría de los certámenes
solicitan material inédito. Publicar de manera suelta en digital o en papel,
los poemas del libro en cuestión, puede infringir esta regla.
3) Disfrutar escribir este libro de poesía. Si el ritmo te trabajo les parece abrumador, disminúyanlo o modifíquenlo. Es posible que mientras lo
escribamos cambiemos parte de la estructura, modifiquemos capítulos, ajustemos.
Es normal y es parte del proceso. Disfruten estos nuevos
caminos.
Por último, les dejo dos
enlaces en donde verás la planeación de cuatro libros. Son dos propuestas para becas; el material les puede servir para solicitar PECDA (o SNCA). El primero de ellos, ya
lo escribí y estoy en la etapa de revisión o posrevisión porque hay algo que no
me gusta, que falta. Si conocieran “la versión final” del libro, verán que cambié parte de la estructura, se movieron y se agregaron capítulos, hice
algunas cosas que no estaban en el plan original ni en el cronograma de trabajo. Sobre los
otros tres libros, estoy en la etapa de la investigación. Ahora estoy
terminando de conseguir la biografía necesaria para tal tarea (escribiré tres
libros que comparten un mismo enfoque), como aún no empiezo a
escribir, no sé si los libros sufrirán cambios. Supongo que sí, porque como
dije, es parte del proceso.
Espero me compartan en la sección de comentarios sus proyectos. O
a través de mis redes sociales o correo electrónico.
Documentos de consulta en Google Drive
Proyecto 2
*
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