POEMA DE LA SEMANA Mi voz se fue amoldando, de Pura López Colomé


Esta se semana les comparto poemas íntimos y sólidos de Pura López Colomé (1952.) Nació en la ciudad de México, el 6 de noviembre de 1952. Es licenciada y maestra en letras hispánicas, mexicanas e hispanoamericanas por la UNAM. Además de poeta, es ensayista, crítica literaria, traductora, antóloga e investigadora. Ha publicado diez libros de poesía: El sueño del cazador (1985), Un cristal en otro (1989), Aurora (1994), Intemperie (1997), Éter es (1999), Tragaluz de noche (2003), Santo y seña (2007), Reliquia (2008), Una y fugaz (2010) y Lieder: cantos al oído / cantos al olvido (2012). En 2002 reunió su obra poética, de 1985 a 2000, en el volumen Música inaudita, y en 2013 recogió toda su obra poética en Poemas reunidos 1985-2012. Entre otros reconocimientos, ha merecido el Premio Xavier Villaurrutia (2007), por Santo y seña.


DRAMATIS PERSONAE

Mi voz se fue amoldando a sus tejidos.
Se detuvo. Creyó no poder más
y continuó.
Conoció así un cauce
nunca antes descrito,
un lugar del que era parte sin saberlo.
Al que volvió después.
Abrió sus puertas,
dio principio a los oídos.
Caracol de oleajes vigorosos,
saciaba todas las esperas
penetrando el cuerpo en rojo intenso.
Luego tu voz ventisca,
desde las copas
de bosques invernales,
de huertos de la tundra,
desde el encino, el cedro,
y desde el tamarindo,
atravesaba a los despiertos
que caminan
saboreando
la melodiosa sequedad
del trueno.


EPÍMONE

…el efecto general, es decir
una textura, una banda sonora,
no la precisión de las alturas.
Eduardo Mata

Si lo último que muere
es el oído,
el creador del canon
se rehizo,
se forjó al rojo vivo
con la entrada de las voces,
cada una repitiendo el canto
antecesor.
Distinguió, en el día eterno,
la caminata ritual de alacrán,
el chillido de su hembra,
la cigarra delirante,
la minúscula contienda
de todo lo que existe,
y la mayúscula, ecce homo:
fin compartido, muerte en connubio,
cadalso íntimo, estrépito,
por haber preferido el contrapunto
que late imperceptible
en cada inhalación y exhalación.
Pero no levanta el vuelo.


ESCLERÓTICA

Nunca el privilegio
esparcido en las colinas.
No sonríe,
busca la música entre dientes
y amanece.
Es los momentos en que el aire
se sabe tocado
por un fulgor,
una tentación,
revés de sus entrañas.
Este sitio solía ser
un imperio,
vergeles en el ojo,
sembradíos.
Hoy no cae
ni gota de agua.
Oigo su recuerdo
y lentamente el trueno.
Una voz profunda
de pozo,
de diarios íntimos,
me ordena rezar,
rezar incesantemente,
frotar hasta el cansancio
las dos piedras
porque es palabra
el sacramento.
Y tiempo la oración.

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