
El Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, junto con la Coordinación de Literatura, realizó el taller “La magia de la lluvia” como parte de las actividades del mes de Japón 2025, el jueves 12 de junio. Fue una sesión única, dedicada a explorar la poesía japonesa como símbolo de contemplación, belleza efímera y transformación. A través de haikus y poemas breves, nos acercamos a la sensibilidad de grandes autores, reflexionando juntos sobre la lluvia como imagen poética.
Trabajamos con la Antología de la poesía moderna del
Japón (1868–1945), publicada por la UNAM en 2010. Esta edición, traducida y
comentada por Atsuko Tanabe, con la colaboración de Óscar Zorrilla, Armando
Partida, Héctor Valdés y Sergio Mondragón, reúne a 14 poetas que marcaron la
transición de la lírica japonesa hacia la modernidad, en un periodo histórico
de apertura al mundo y profundas tensiones culturales.
Durante el taller, analizamos cómo algunos poetas, como Akiko
Yosano, renovaron las formas tradicionales como el tanka, llenándolas de
una voz íntima, femenina y desafiante. Un ejemplo de ello lo encontramos en sus
versos: Sin conocer / la sangre ardiente / de un cuerpo tierno, / ¿no te
sentirás solo, / tú que predicas el camino?, donde el erotismo aparece como
una forma de confrontar la rigidez moral. En otro momento, su poema antibélico
nos permitió pensar el papel de la poesía como denuncia y resistencia frente a
la violencia de Estado: ¿Te han criado hasta los veinticuatro años / para
que mueras después de matar a la gente?

Observamos también cómo otros poetas rompieron con la
métrica tradicional para explorar nuevos lenguajes. En el caso de Sakutaro
Hagiwara, la escena infantil de su poema Mataron a una rana, / los niños
alzaron las manos formando un corro… se carga de una crudeza que trasciende
lo anecdótico para volverse existencial. En Flauta verde, una imagen
como Parece como un gato degollado que se tambalea / a la sombra de las
yerbas de un camposanto nos sumergió en un paisaje extraño, melancólico,
lleno de resonancias oníricas. Estos recursos vanguardistas —como las imágenes
grotescas o el ritmo dislocado— marcan una ruptura con el canon poético
anterior.
En ese mismo tono experimental, nos adentramos en el
universo de Chuya Nakahara, quien utiliza la repetición rítmica y las
onomatopeyas como elementos constructivos. En Circo, la frase Yuán
yuyón yuyayuyón nos hizo experimentar el vértigo de una realidad
fragmentada, casi alucinada, que refleja el caos moderno y la sensación de
aislamiento urbano.
Contrastamos esta ruptura con la sencillez y profundidad del
tanka de Takuboku Ishikawa, quien narra escenas cotidianas con una
intensidad emocional impactante. Leímos, por ejemplo, aquel poema en el que
escribe: Por juego, cargué a mi madre en la espalda / sin poder contener el
llanto / ni avanzar más de tres pasos / ¡pesaba tan poco!, una escena que
habla del duelo, la pobreza y la fragilidad humana desde un lenguaje claro y
directo.
También analizamos el erotismo refinado de Daigaku Horiguchi,
influido por la poesía francesa. En su poema Pierrot autumnal, la figura
del payaso melancólico se convierte en un símbolo de la tristeza moderna,
mientras que en Onomotopée, las imágenes corporales y el juego verbal
difuminan los límites del lenguaje poético, produciendo un efecto hipnótico y
sensual.
Finalmente, nos conmovimos con la voz compasiva de Kenji
Miyazawa, cuya poesía espiritual propone una ética de vida humilde y entregada.
En No sucumbir a la lluvia, plantea un ideal que leímos y discutimos con
atención: Ser llamado ‘títere imbécil’ por la gente / sin nunca ser alabado
/ ni molesto / Un hombre así / quisiera ser / Yo.
Las formas tradicionales no desaparecen, sino que dialogan,
a veces en conflicto y otras en armonía, con nuevas voces que introducen la
modernidad. La estructura de los poemas se flexibiliza, el lenguaje se renueva,
y los temas —sensualidad, muerte, pacifismo, crítica social, espiritualidad—
amplían los horizontes de la poesía japonesa. Leerla hoy es abrir una ventana a
la conciencia de un país que transformó su historia y su sensibilidad en
palabra poética.
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