Villamagia fue escenario de una lectura musicalizada con cinco voces de la Colección Viento y Arena, por Nadia Contreras


Como parte de la programación cultural de Villamagia, desde el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, a través de la Coordinación de Literatura, realizamos una lectura musicalizada con cinco autores de la Colección Viento y Arena, proyecto editorial que a lo largo de cuatro años ha dado lugar a la publicación de 27 libros en diversos géneros. La actividad tuvo lugar el 27 de diciembre, a las 19:00 horas, en el Teatro al Aire Libre de la Plaza Mayor.

Tuve el gusto de moderar la actividad en mi calidad de Coordinadora de Literatura del IMCE, guiando el diálogo y ofreciendo al público el contexto del proyecto editorial. Durante la intervención inicial destaqué la diversidad de voces, trayectorias y miradas que conforman la colección, así como la importancia de propiciar espacios de lectura pública que acerquen la literatura local y nacional a la comunidad. En esta participación subrayé que Viento y Arena se ha consolidado como una plataforma que impulsa tanto a autores con trayectoria como a nuevas voces, muchas de ellas en su primera publicación, robusteciendo de manera significativa el panorama literario de la región.

En esta lectura participaron Rosario Ramos, Raúl Blackaller, Fernando López Rosas, Alfredo Castro y Luis Carlos García Lozano, quienes compartieron fragmentos de sus libros y dialogaron sobre su relación con la escritura y los temas que atraviesan sus obras. Cada presentación permitió al público no sólo conocer el contenido de los libros, sino también los procesos creativos, profesionales y vitales que dieron origen a cada proyecto editorial.

Rosario Ramos presentó su novela Tolvaneras en el tiempo, una obra de corte testimonial y narrativo que reconstruye la memoria de una vida a partir del diálogo entre una abuela y su nieta. Ambientada en el Torreón de las décadas de 1950 y 1960, la novela propone un recorrido íntimo por la historia personal y colectiva, revalorizando la memoria, la vejez y la transmisión intergeneracional. Durante su lectura, la autora destacó su trayectoria como docente universitaria y gestora cultural, así como su dedicación actual a la escritura y a la promoción de la lectura mediante círculos de lectura vigentes en la comunidad.


Por su parte, Raúl Blackaller abordó su libro La obsesiva realidad del caos, un ensayo que articula filosofía, educación y pensamiento contemporáneo. La obra reflexiona sobre el caos como condición inherente a la realidad, cuestionando los determinismos y planteando una mirada crítica sobre la manera en que los seres humanos construyen sentido frente a un mundo cambiante e incierto. Desde su experiencia como académico y docente, explicó cómo el ensayo se convierte en un espacio donde confluyen poesía, narrativa y reflexión teórica para comprender la complejidad del mundo actual.

Fernando López Rosas, psicólogo y terapeuta, compartió aspectos de su novela Érase una vez en la Revolución Mictlán, un relato histórico que se sitúa en los albores de la Revolución Mexicana y recupera un episodio poco narrado: la experiencia de la comunidad china en Torreón. La obra entrelaza historia, mitología mesoamericana y elementos sobrenaturales para examinar la identidad, la violencia y la supervivencia. En su participación, señaló la importancia de la narrativa como una herramienta para exteriorizar procesos internos y dar sentido a la realidad, tanto en el ámbito personal como en el profesional.


En el ámbito de la poesía, Alfredo Castro disertó sobre De a poco la mirada se queda vacía, un libro que indaga en la muerte, lo sobrenatural y la memoria desde una voz poética que dialoga con lo invisible. Su propuesta concibe el poema como un espacio de traducción entre el mundo de los vivos y los muertos, y como un ejercicio de búsqueda metafísica. También se resaltó su labor como tallerista literario y formador de nuevas generaciones, entendiendo la creación literaria como un acto comunitario que emerge del diálogo, la amistad y la lectura compartida.

Finalmente, Luis Carlos García Lozano dio a conocer Los finales del mundo, una novela de formación que sigue a un joven en tránsito hacia la adultez. La obra reflexiona sobre la pérdida, la memoria y la construcción de la identidad, planteando el crecimiento personal como un proceso atravesado por errores, rupturas y renacimientos simbólicos. El autor compartió su experiencia como ingeniero y estudiante de filosofía, y concibió la escritura como una exploración interior que convive con la vida cotidiana, la familia y el ejercicio profesional.

La lectura estuvo acompañada por música del compositor alemán Robert Schumann, cuya obra funcionó como una atmósfera sonora que acompañó el diálogo entre literatura y música, reforzando el carácter íntimo y reflexivo del encuentro. La selección musical sumó una dimensión emocional adicional, estableciendo un puente entre la creación literaria y la sensibilidad musical del siglo XIX.

Cabe destacar que la Colección Viento y Arena cuenta con dictaminación de jurados nacionales especializados en cada género literario, lo que asegura la calidad editorial de las obras publicadas. Este modelo refuerza la transparencia y el rigor del programa editorial del IMCE, al tiempo que otorga legitimidad y proyección a los autores seleccionados.

Fotografías de Cecy Arrañaga. 

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