Comencé a leer a Annie Ernaux luego de que recibiera el Premio Nobel de Literatura 2022. Las notas periodísticas destacaban que lo obtuvo “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas de la memoria personal”.
Me atrapó su idea de renovar la autobiografía en la que busca siempre ir más allá, y en la que imprime, además, un enfoque sociológico. Hay, por ello, mucho de Pierre Bourdieu (su análisis de clases es muy puntual: ella, la familia y su vida misma como un laboratorio de análisis de la desigualdad social); hay mucho de Simone de Beauvoir, Marcel Proust, Virginia Woolf, etc. ¿Su obra es eminentemente autobiográfica? No.
Se necesita de la ficción para llenar los huecos que deja la memoria, para continuar ese entramado en el que se juega la vida o la muerte. El cerebro altera, modifica, ajusta los recuerdos; traiciona incluso lo que pudo ser un día u otro, un año u otro. Dicen: los engaños de la mente. Es más: es el título de un libro de Susana Martínez-Conde, Stephen L. Macknik y Sandra Blakeslee. Resumiendo, estamos ante una autora que maneja con acierto la autobiografía y la autoficción...
Te invito a que continúes la lectura de esta reseña en la revista digital Liberoamérica.
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