¿Por qué debe importarnos la cultura?



Estimadas, estimados, artistas y creadores seleccionados que reciben el estímulo del PECDA Coahuila 2021, amigas, amigos. 

Agradezco enormemente a la licenciada Ana Sofía García Camil, secretaria de cultura de nuestro estado y al maestro José Luis Rodríguez Sena, Director General de Desarrollo Cultural de la SEC, la invitación a compartir con ustedes estas palabras. 

Voy a abrir mi participación citando una frase de Marguerite Yourcenar: “En todas las épocas hay personas que no piensan como los demás. Es decir, que no piensan como los que no piensan”. Esta frase va muy ligada a lo que considero es la postura de una buena parte de la sociedad y de quienes dirigen instituciones o gobiernos. La cultura como una fuga de dinero, como desperdicio de talentos. Se equivocan, por supuesto, la sociedad necesita de la cultura y los creadores, políticas culturales claras que eviten principalmente crear, difundir, exponer o publicar de manera gratuita o por medio de favores. 

Pero la duda es necia. De verdad ¿la cultura sirve de algo? Y peor aún ¿de eso se puede vivir? ¿no te morirás de hambre? Voy a exponer algunas razones que considero son un desafío si no se entiende de qué se trata todo esto. Además de trabajar con la imaginación y la capacidad de generar ideas, formas nuevas de ver el mundo y comprenderlo, nuestro trabajo (y que quede muy claro) es medio que contribuye al cambio social, al desarrollo económico y tecnológico. 

Este punto parece ser medular para este grupo de personas de quienes les hablaba al inicio y a las que hace referencia la cita de Yourcenar. No hay ganancias en la cultura, dicen. En la elaboración de muchos de los productos resultantes del Programa de Estímulos a la Creación Artística o PECDA, además del ámbito social e identitario que cada uno posee, refuerza los mecanismos propios de producción, circulación y apropiación social, sin olvidar, los derechos de autor, los soportes o medios en que se darán a conocer, su articulación a la lógica de los mercados y a la comercialización. Y podemos hablar de cifras, estadísticas que comprueban este punto pero que, una y otra vez, se le resta importancia. 

No obstante, cada una de las pasiones que nos reúnen en este recinto, la literatura, las artes visuales, la música, la danza, los medios visuales... van más allá. Y aquí cambiemos el enfoque y pensemos en todo lo que el arte hace por nosotros. Aquí vale también otra pregunta ¿qué hacemos por el arte? El arte está ahí, como el poema (soy poeta antes que otra cosa), y aunque resulte indescifrable, hermético, cerrado, el arte incide, desenmascara, muchas veces desde la propia crisis existencial, los problemas sociales que han existido y hemos experimentado a lo largo de la historia. 

Y qué mejor que el arte para hacer visible, es decir, para mirar, sentir, comprender, analizar, valorar, lo que está frente a nuestros ojos, lo que vivimos junto con el otro, los otros. El arte, entiéndase, es lenguaje y el lenguaje es comunidad. El arte compromete y no podemos simplemente retirarnos, arrojar todo por la borda. Somos responsables también de salvar y transformar vidas, somos responsables de señalar, trazar rutas que ayuden a comprender, configurar y reconfigurar el dolor, la desesperanza, el miedo, el abandono, la pérdida o las pérdidas (tema tan profundo y doloroso en nuestro estado, en nuestro país, en América Latina), las múltiples formas de la violencia principalmente hacia las mujeres y un largo etcétera. Si la idea es simular para quitarnos la culpa o la complicidad de cuanto se deshumaniza o deshumanizamos, entonces estamos equivocados y lo que hacemos no tiene ni pies ni cabeza. 

Vuelvo a la frase de Yourcenar: “En todas las épocas hay personas que no piensan como los demás. Es decir, que no piensan como los que no piensan”. Hay otro punto por lo que considero es importante esto que hacemos. La comunicación. Decía que el arte es lenguaje y como tal, nos inscribe en un diálogo que debería ser directo y empleado de manera correcta, no para llevar a cabo conflictos, no para engañar, extorsionar, etcétera. Irónicamente los espacios que tenemos ahora para la reflexión son pequeños; el mundo globalizado los ha reducido al máximo tal como lo hizo la pandemia. El arte está ahí, la poesía, para sanarnos, para salvarnos. Recuerdo aquí una frase de Gustav Landauer, escritor, traductor y filósofo judeoalemán, tomada de su libro La revolución: "una y otra vez se comprueba que el pueblo y los pensadores y poetas son como un barril de pólvora, cargado de espíritu y fuerzas creadoras y destructivas. Y esto nos lleva a creer en la existencia de energías latentes, atesoradas, inclusive cuando el pueblo ha caído a su más bajo nivel". 

Para concluir, quiero destacar la importancia de apoyos como el PECDA; pese a todas las situaciones adversas, se mantiene en pie y también quienes los gestionan y organizan. En el México de ahora una tarea para nada fácil. Entonces, una excelente labor la que se realiza aquí en Coahuila. Creo que es uno de los pocos programas descentralizados que le apuestan a la creación artística porque hay algo ahí, porque a través de ésta, podemos modificar las cosas que señalaba líneas arriba. El arte no como una inversión de grandes pérdidas, sino como medio que contribuye a la actividad económica e incide en el corazón de nuestras sociedades. 

Este tipo de apoyos (en mi caso recibo por segunda ocasión la distinción del PECDA en la categoría de Escritores con trayectoria, género Poesía), son un aliciente que motiva y dignifica nuestra labor. Él éxito o el fracaso dependerá de nosotros, de nuestro compromiso con nuestros proyectos, de nuestra disciplina, de nuestra responsabilidad aún por encima de la mera inspiración. En el PECDA hay una nueva categoría que vale la pena mencionar, Adolescentes Creadores “Nuevos talentos”, que contempla la participación de menores de 18 años. Un logro, por supuesto, porque los muy jóvenes (como verán una ya no lo es tanto), tienen mucho que decir y nosotros aprender de su visón, sus preocupaciones, sus procesos creativos, su forma de pertenecer a contextos multiculturales. Necesitamos jóvenes que rompan con la frase de Marguerite Yourcenar, porque hoy por hoy, necesitamos personas que piensen, y que piensen mucho. Gracias.

Discurso leído en la entrega de los estímulos del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA 2021). 23 de noviembre de 2021.  Palacio de Gobierno. Saltillo, Coahuila.

 Ana Sofía García Camil y Nadia Contreras


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