Escribir para estar en la vida


Escribir para estar en la vida; a diferencia del mundo, la escritura no tiene límites. Anteponer a la realidad, la ficción o el testimonio, o el placer lúdico de la imaginación creadora. ¿Qué les parece esto? Ante las circunstancias históricas contrarias que enfrentamos en el mundo, la escritura. Estás frente al poema, frente al cuento o aquello que se vislumbra como una novela y cuánta emoción hay frente a esa hoja que comienza a ampliarse; cuánta emoción las palabras que, unidas a otras, adquieren un nuevo significado, una nueva sonoridad, una nueva revelación. Ahora imaginen esto mismo en el corazón de quien lee. Dice Herman Melville: «Probablemente el lugar más fértil en que se pueden buscar las semillas sea en el patio trasero de nuestra propia vida». Nuestras semillas hechas texto tocarán el corazón de otra persona. Tal vez, esta misma persona irá por la vida mirando una pantalla, apretando botones, interactuando, razonando y a veces viviendo de manera automática, pero se ha sembrado la semilla, diminuta quizá, que germinará poco a poco en múltiples ideas/vidas posibles. Escribir para estar… se entrelaza una historia más vibrante.

Imagen de Karolina Grabowska en Pixabay

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