Ingeborg Bachmann
(1926-1973) se ha convertido en una de mis escritoras de cabecera. Uno de sus
temas principales en poesía es la "desilusión del yo", como
consecuencia de los problemas que lo circundan. Por ejemplo, en 1953 publicó el
libro Tiempo postergado, y la desilusión se centra en las consecuencias
de la guerra, las vidas perdidas, el desastre. La poeta escribe:
La guerra ya no se
declara, sino se sigue. Lo inaudito
se ha convertido en cotidiano. El héroe se queda lejos de los combates. El débil es llevado a las zonas de fuego.
se ha convertido en cotidiano. El héroe se queda lejos de los combates. El débil es llevado a las zonas de fuego.
La vigencia de sus
temas es abrumadora; ironías del siglo XXI, cuando más tenemos acceso a la
información y al conocimiento, cometemos los mismos errores o, incluso, los
superamos en vileza. Lo que consideramos sería corregido, juzgado, castigado,
se olvida y las mujeres, las niñas, las víctimas… aparecen una vez más
subyugadas y desamparadas. Como es tradición en cada sexenio (me refiero de
manera directa a México), los responsables de cuidar nuestra integridad dan
palos de ciego y la violencia, el desprecio, el asesinato, revolotean. Bachmann
lo explica:
La muerte como
séquito del alboroto
está decidida desde siempre.
está decidida desde siempre.
La poeta austriaca
aborda la enemistad del hombre hacia la mujer. La relación que establece entre
lo político y lo privado le funciona para hacer palpable la “falta de
comprensión y violencia entre el hombre y mujer”, no sólo como un
comportamiento individual, sino colectivo. A unos días del
#DíaInternacionalDeLamujer, la poesía nos pone frente a frente con la realidad
y con la política, una forma de tocar la conciencia del ser humano, sacudirlo,
obligarlo a mirar la realidad /verdad. En su discurso "La verdad se le
puede exigir al hombre" (1958), afirma
“No puede
ser la tarea del escritor negar el dolor [el gran dolor secreto, que distingue
al hombre de todas las otras criaturas], borrar sus huellas, hacerlo olvidar.
Debe, al contrario, reconocerlo y, una vez más, para que lo podamos ver,
renovarlo. Porque todos queremos llegar a ver. Y aquel dolor secreto es el que
nos hace sensibles para la experiencia, en especial, para la de la verdad”.
La pregunta
aquí es hasta cuándo, hasta qué momento, bajo qué ley, podremos combinar las
palabras “Mujer” y “Felicidad”. Hablo de libertad, de experimentar la esperanza,
de alcanzar un hogar, una sociedad, una patria ideal.
Bachmann guardó silencio; las palabras no siempre esclarecen la
realidad y se debe sospechar de ellas y del poeta. Las palabras deberán
sostenerse hasta que originen algo nuevo, como concluye Cecilia Dreymüller en
el libro Últimos poemas, que recoge 18 textos escritos por Bachmann entre 1957
y 1967. El poema “Vosotras las palabras”, dedicado a Nelly Sachs, es ejemplo de
ello: la poesía, lejana a la “desilusión”, mostrará la realidad con sus virtudes,
sus limitaciones, sus complejidades; y la sociedad debe ser una en la que caben
todos.
Comparto
con ustedes una selección de poemas:
TRAS
ESTE DILUVIO
Tras
este diluvio
quiero a la paloma
y únicamente a la paloma
verla salvada de nuevo.
quiero a la paloma
y únicamente a la paloma
verla salvada de nuevo.
¡Yo
me hundiría en este mar!
si ella no volase,
si ella no trajese
a última hora la hoja.
si ella no volase,
si ella no trajese
a última hora la hoja.
VOSOTRAS,
PALABRAS
Para
Nelly Sachs, la amiga, la poeta, en veneración
¡Vosotras,
palabras, levantaos, seguidme!
y aunque ya estemos lejos,
demasiado lejos, nos alejaremos una vez
más, hacia ningún final.
y aunque ya estemos lejos,
demasiado lejos, nos alejaremos una vez
más, hacia ningún final.
No
aclara.
La
palabra
sólo arrastrará
otras palabras,
la frase otras frases.
El mundo así quiere,
definitivamente,
imponerse,
quiere estar dicho ya.
No las digáis.
sólo arrastrará
otras palabras,
la frase otras frases.
El mundo así quiere,
definitivamente,
imponerse,
quiere estar dicho ya.
No las digáis.
Palabras,
seguidme,
¡que no se vuelva definitiva
—esta ansia del verbo
y dicho y contradicho!
¡que no se vuelva definitiva
—esta ansia del verbo
y dicho y contradicho!
Dejad
ahora un rato
que ninguno de los sentimientos hable,
que el músculo corazón
se ejercite de manera diferente.
que ninguno de los sentimientos hable,
que el músculo corazón
se ejercite de manera diferente.
Dejad,
digo, dejad.
Nada,
digo yo, susurrado
al oído supremo,
que sobre la muerte no se te ocurra nada,
deja y sígueme, ni dulce
ni amargo,
ni consolador,
no significativamente
sin consuelo
tampoco sin signos—
Y sobre todo, no eso: la imagen
en el tejido de polvo, el retumbar vacío
de sílabas, palabras de agonía.
¡Sin decir nada,
vosotras, palabras!
al oído supremo,
que sobre la muerte no se te ocurra nada,
deja y sígueme, ni dulce
ni amargo,
ni consolador,
no significativamente
sin consuelo
tampoco sin signos—
Y sobre todo, no eso: la imagen
en el tejido de polvo, el retumbar vacío
de sílabas, palabras de agonía.
¡Sin decir nada,
vosotras, palabras!
EN
VERDAD
Para
Ana Ajmátova
A
quien nunca se quedó sin palabras,
y yo os lo digo,
quien sólo sabe ayudarse a sí mismo
y con las palabras,
y yo os lo digo,
quien sólo sabe ayudarse a sí mismo
y con las palabras,
a
éste no se le puede ayudar.
Ni por el camino corto
ni por el largo.
Ni por el camino corto
ni por el largo.
Hacer
sostenible una única frase,
aguantar en el ding-dong de las palabras.
Nadie escriba esta frase
aguantar en el ding-dong de las palabras.
Nadie escriba esta frase
que
no la firme.
ENIGMA
Para
Hans Werner Henze del tiempo de los Ariosi
Ya
no vendrá nada más.
Nunca
más será ya primavera.
Los calendarios milenarios a cualquiera lo predicen.
Los calendarios milenarios a cualquiera lo predicen.
Pero
tampoco verano y más adelante lo que tiene nombres
tan buenos como «veraniego»—
No vendrá ya nada más.
tan buenos como «veraniego»—
No vendrá ya nada más.
No
debes llorar,
dice una música.
dice una música.
0 Comentarios
NO PERMITIMOS MENSAJES ANÓNIMOS. ¡Queremos saber quién eres! Todos los comentarios se moderan y luego se publican. Gracias.