Hay una pregunta que
suelo hacer a mis alumnos: ¿Cómo surge la escritura? Es, en apariencia, una
cuestión sencilla y se puede responder, sin mayor dificultad, a partir de lo
aprendido desde la educación secundaria. La escritura tiene su antecedente en los
primeros símbolos, pictogramas, que aludían a los objetos que representaban. Es
la respuesta de unos. Otros dirán que nació en el corazón del mundo sumerio
(sin olvidar la escritura neolítica o los ejemplos de la escritura en China, en
la India, etc.). ¿Y cuál es la intención? Entender que la escritura es
resultado de grandes saltos “cualitativos”. Lo que antes era un río y al lado
de él, un niño, (hablo de un dibujo) el ideograma vendrá a aportar un
pensamiento más abstracto. El logograma (que podía ser un pictograma, un
ideograma o el mismo logograma) designará más adelante una idea más completa.
La pregunta también nos lleva a otro
momento. La necesidad de dejar plasmado el paso del hombre por el mundo. La
escritura y, en esto coinciden muchos estudiosos, nace como “algo mágico”
porque transcribe el lenguaje. Las cosas del pasado gracias al lenguaje se sostienen
y permanecen. La escritura se materializó en piedra, en papiro, en tablillas de
cera; incorporó nuevos materiales: el códice, el pergamino, el papel, el libro
impreso. Y, en nuestros días, el libro electrónico. La pregunta, como dije, es
simple, pero funciona y nos introduce en otro tema fascinante: la expansión de
la literatura, por supuesto, escrita.
¿Qué podemos agregar a esta
reflexión? La importancia de escribir, de dejar como herencia el pensamiento.
La vida cotidiana nos aleja del verdadero sentido de la escritura. Es decir,
hablamos, escribimos y el pasado, en el cual se configuró la escritura, no
existe. No obstante, el discurso oral y escrito, se sostiene en el pasado y en
la evolución. Nuestros antepasados escribían en tablillas y nosotros lo hacemos
en tablets. ¡Qué hermosa coincidencia! Escribimos en múltiples dispositivos. La
escritura desde su origen se ha transformado y ha transformado al hombre. El
debate en torno a la lectura y la producción de textos en un ambiente digitalizado
sigue vigente como el hecho de escribir en comunidad. Se habla mucho de una
escritura con el otro y no en solitario como años atrás. Agreguemos a lo dicho,
aquella literatura que incluye dentro de su discurso emails, chats, tuits, etc.
Ignoro a dónde nos llevará la
evolución de la escritura. Hoy hablamos de dispositivos móviles, de pantallas,
de Ipads y no sé si en diez, veinte, treinta años, los estaremos utilizando. En
su evolución, tal vez, u otras herramientas totalmente diferentes. Esto nos lleva
a agregar más respuestas a una pregunta sencilla que gira en torno al
surgimiento de la escritura.
Nota:
Está en línea un libro
más de Bitácora de Vuelos Ediciones. Esta vez armamos, bajo una convocatoria,
una Antología virtual de minificción. La selección de textos estuvo a cargo del
escritor Jaime Muñoz Vargas y, no porque mi participación en ella haya sido
absoluta, la publicación quedó hermosa. La pueden leer en línea en https://goo.gl/UqAaii [url acortada]
y quienes deseen el
libro electrónico compatible con Kindle, Nook o aplicaciones como Aldiko,
Calibre, Google Books, Overdrive, basta solicitarlo a mi correo electrónico nadiacontrerasavalos@gmail.com. La publicación es gratuita, como todos los
libros que hacemos.
Texto publicado en La vereda, periodismo cultural en línea.
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