Mi infancia está ligada a la lluvia y al rumor del Ingenio. Pero también, a los campos grandes de caña. Las últimas lluvias que han caído sobre la ciudad, me recuerdan esa época. Por supuesto, los escenarios no son parecidos. Las lluvias de las últimas semanas han sido crueles, devastadoras; aquellas, en cambio dulces, como el azúcar que se hacía entre esos fierros antiguos. Ahí, trabajaba mi padre.
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Antonio Muñoz Molina
Foto: Quesería, Colima, México.
Autor: Pendiente
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